Antes que otra cosa, quiero consignar aquí una corrección de
mi amigo Luis Roberto, aquel que tiene una página estupenda sobre las
telenovelas y biografías de todos (o casi) los actores de las mismas.
Transcribo a continuación:
… me sorprendió mucho lo que
escribiste acerca del actor Sergio Bustamante (desde hace un tiempo se hace
llamar de nuevo Sergio de Bustamante), me impresionó lo de la pandilla, la
pelea y la cortadura, jamás me lo hubiera imaginado. Tengo que hacerte una
corrección, Sergio Bustamante en "La Gata" no era el hermano de María
Rivas, era su cuñado, el nombre de su personaje era Mariano Martínez-Negrete,
hermano de Pablo Martínez-Negrete (el galán Juan Ferrara), eran hijos de
Agustín Martínez-Negrete (José Gálvez) y Lorenza (Ofelia Guilmáin), para el
final de la telenovela Mariano se casa con Leticia “La Jarocha” (Magda Guzmán)…
En ocasiones, el amable Luis Roberto, desde Puerto Rico me
corrige. No es extraño, porque es un verdadero conocedor y seguidor de lo que
pasa en México, por lo menos en materia de telenovelas. Yo le agradezco
infinitamente sus correcciones. A manera de disculpa, es necesario que sepan
que yo no estaba en las producciones preocupado por el libreto sino por mi
trabajo técnico. Es lógico que un especialista como Luis Roberto, sepa más que
muchos de los que intervenimos en las ellas. (Además yo nunca veo telenovelas,
ni siquiera aquellas en las que tuve alguna ocasional participación como actor)
Con motivo de los días de muertos los días 1º y 2º de
noviembre, en éste país como en muchos otros, se acostumbra hacer versos
llamados “Calaveras” a personajes famosos, políticos, familiares o simplemente
buenos amigos. Aquí les dejo esto que se me ocurrió.
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Por tenaz afán televisivo,
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Por tenaz afán televisivo,
desde Puerto Rico con esmero,
en su porfía fue abusivo
y su salud violentó primero.
El sepulcro espera abierto
y por su empeño y fiel pasión,
sepultaron con Luis Roberto,
toga, birrete y televisión.
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Todo en el jardín.
Obra de Edward Franklin Albee nacido en Washington D.C., el 12 de marzo de 1928.
Dramaturgo estadounidense, introdujo en buena parte a los EE. UU. las nuevas tendencias dramáticas
europeas de la segunda mitad del Siglo XX.
La obra cumbre y más conocida de Albee es “Who's afraid of
Virginia Woolf?” de 1962 (¿Quién teme a
Virginia Woolf?) obra que luego de gran éxito en los escenarios
internacionales alcanzó popularidad gracias a su adaptación al cine en 1966.
También se destacan sus obras “The Zoo
Story” (1958), “The
Sandbox” (1959), y una versión de la obra musical que había
fracasado sobre la obra de Capote “Breakfast at Tiffany's” (1966). Sus obras son
consideradas profundas, y a menudo presentan un examen crítico de la condición
moderna. Sus primeras obras presentan un dominio y americanización del Teatro del Absurdo
que tuvo su apogeo en las obras de escritores europeos tales como Jean Genet, Samuel Beckett, y Eugéne Ionesco.
Recibió el premio Pulitzer de teatro en 1994.
En 1971, se estrenó en México “Todo
en el jardín” con Wolf Ruvinskis, Martha Roth, Rosario Gálvez y Miguel Córcega
en los personajes principales, bajo la errática dirección de Dimitrius Sarrás,
en una producción de Margarita Michel.
En 1946 llega a México como parte de una gira de lucha libre.
Debuta en la Arena Coliseo el 28 de junio de 1946, enfrentando a Bobby Bonales,
en el bando de los rudos. Gana esta pelea y se convierte inmediatamente, en una
celebridad, por lo que decide quedarse en el país. Su fama en la lucha libre
fue tal que se convirtió en superestrella de este deporte. Formó con el Cavernario
Galindo, “La pareja infernal”, enfrentándose a leyendas tales como “El Santo” (con quien alternó en varias
películas), “Gory” Guerrero,
“Tarzán” López, Enrique Llanes, “Blue Demon”, “Black Shadow”, “El Médico Asesino” y “El Lobo
Negro”. Continuó su carrera hasta finales de los años sesenta.
Su primera intervención en cine mexicano fue en la cinta.
“No me defiendas compadre” de 1949, un trabajo que marcó la relación
profesional y amistosa entre el protagonista Germán Valdés “Tin Tan” y Ruvinskis. Éste se volvió habitual en
varias de las mejores películas del cómico como “Simbad el mareado”, “El
revoltoso” y “El sultán descalzo”. A la par de sus intervenciones al lado del
famoso pachuco, tuvo participaciones por demás afortunadas en cintas. “La oveja
negra”, “El hombre sin rostro”, y otras cintas que le permitieron trabajar con,
prácticamente, todas las grandes estrellas de entonces como: Pedro Infante, Fernando Soler, Arturo de Córdova,
Miroslava Stern, Mario Moreno Cantinflas, Pedro Armendáriz,
Leticia Palma, Jorge Negrete, Andrea Palma, Columba Domínguez
y María Félix, por
mencionar a algunos.
En 1948, debuta en teatro en la obra “Un tranvía llamado
deseo” de Tennessee Williams,
producida por el INBA, acompañado de María Douglas y dirigido por Seki Sano. En teatro también tuvo éxitos
variados entre los que destacan “Panorama desde el puente”, obra que lo haría
acreedor al premio de mejor actor teatral en 1958. Como Neutrón filma cinco
películas que fueron un éxito entre 1960 y 1965, teniéndolo a él como estelar.
Wolf falleció en 1999, a consecuencia de una insuficiencia
cardíaca a la edad de 78 años.
INTERMEDIO JOCOSO
Un
músico cubano radicado en México, tuvo la oportunidad de participar en una
gira por algunos estados de EEUU, con una orquesta mexicana. Cuando regresó,
después de varios meses, alguien le preguntó qué era lo que más había
disfrutado de Nueva York. A lo que el cubano respondió:
-Madona,
chico…
-No
me digas… qué buena suerte que estaba por ahí- dijo el que preguntó.
Otro
compañero pregunta:
-¿Y
en Huston, qué fue lo que más te gustó?
-También
Madona, “compañelo”..
-Hoye,
parece que se iban siguiendo- dijo otro.
-Sí,-dijo
el cubano- la buena “suelte” chico…
-Hoye-
pregunta otro- ¿Y qué disfrutaste más de Florida?
-Madona-
responde el isleño.
-Oye-
le dice uno- Tú eres fanático de Madonna…
-Claro
chico… y del Ma-tío, La cajita “felí” y “too” eso…
Ahí entendieron
que se refería a McDonald`s
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Conocí al Sr. Ruvinskis en su
restaurant “El rincón gaucho” en la calle de Insurgentes, porque mi hermano
Javier trabajaba con él como jefe de compras. Fui a visitar a mi hermano y me
lo presentó porque sabía de mi interés en trabajar en el medio artístico.
Platiqué brevemente con el señor, y me retiré aunque entre otras cosas, se
enteró que estaba yo sin trabajo. Una semana después, mi hermano me dijo que el
Sr. Ruvinskis me esperaba en el teatro Santa Fe para hablar conmigo, si es que
todavía no conseguía trabajo. Así era Wolf, un espléndido ser humano. Así me
presenté al Santa Fe a uno de los primeros ensayos de “Todo en el jardín”. La
cita era para presentarme con Dimitrius Sarrás, el director de la obra, que
necesitaba un asistente. Después del ensayo, el Sr. Sarrás me ofreció ser su
asistente de dirección temporalmente, aunque sin goce de sueldo hasta que la
obra se estrenara en un mes aproximadamente. Mientas tanto, me ofreció asistir
a sus clases de actuación de manara gratuita. Yo acepté de inmediato, porque
por la cantidad que me ofreció, valía la pena esperar y además, podría
disfrutar de sus enseñanzas de “gorra” (gratis).
Los ensayos me gustaban, pero sus
enseñanzas no me llamaban mucho la atención. Lo mejor de todo, fue que pude
estar cerca de Wolf y conocer su maravillosa vida. Su madre luchó sola en un
país ajeno, sin conocimiento del idioma y los sacó adelante. El decía que su
país desapreció con la guerra mundial. Era un hombre de apariencia ruda pero al
mismo tiempo me hacía sentir que era una de las personas más confiables que
podría conocer en mi vida y así fue. Él no daba un paso sin consultar con su
siquiatra. De hecho, todos sus empleados tenían que acudir al siquiatra una vez
al mes, para que su negocio y el bienestar de ellos mismos estuvieran en los
primeros planos de armonía y eficiencia. Por supuesto, los gastos corrían por
cuenta de él.
La obra se estrenó en el teatro
“Xola”, hoy “Julio Prieto” en honor al gran escenógrafo. En ese entonces, ya no
estaba yo como asistente de dirección, sino como asistente de los actores y
empecé a ganar buen dinero. El asistente de dirección entonces, fue Cesar
Castro, un actor que nunca trascendió, pero se “casó bien” posteriormente, con
la espléndida pero pesada cantante Gloria Lasso, en uno de los seis matrimonios
de la señora. Supongo que fue la mejor actuación de César, pues nunca
trascendió como actor.
La crítica nos puso como dados
porque el Sr. Sarrás hizo hablar a los actores, con el tono que usaban los
protagonistas de acuerdo al lugar donde Albee sitúa a los personajes. Era como
decir todo en pregunta. Recuerdo todavía al Sr. Sarrás pedir a los actores:
“Dámilo in preunta”. Nunca aprendió a pronunciar bien el español. De tal manera
que para decir “Sí, señor”, habrían de decir: “Sí, ¿señor?” Al día siguiente del
estreno, hubo un gran alboroto en camerinos por las malas críticas, y después
de una acalorada discusión del Sr. Sarrás con la productora Sra. Michel, él
dejó la obra y nunca se volvió a parar por el teatro. César, el asistente, dejó
de ir a supervisar el trabajo de los actores, porque el Sr. Ruvinskis amenazó
con echarlo a patadas. Por supuesto, los actores a solicitud de la productora,
dejaron el tono “mamón”. La obra, tuvo buena aceptación, aunque yo no estuve
toda la temporada, porque me salió una gira y tuve que renunciar a ella.
Wolf tenía dos restaurantes
llamados “El rincón gaucho” fungía como animador, además cantaba tangos,
declamaba poemas, contaba chistes y realizaba actos de ilusionismo y telepatía. El segundo restaurante lo inauguró
como “El Portón”, pero su elegancia hacía que el público se comportara de
manera sobria y luego cambió al nombre a “El rincón gaucho Coapa”. Fue en la
inauguración de El Portón donde conocí personalmente a la actriz Dolores
Beristáin y se me quedó grabada una frase que ella usaba y ahora yo aplico con
frecuencia: “Quiero una cerveza, aunque esté bien helada”.
Wolf me llamaba hijo. Al principio
pensé que refería así a la gente más joven, como mucha gente acostumbra, pero
no, descubrí que solamente me llamaba así a mí. Durante la temporada teatral cumplí
años y me regaló un suéter que conservé con mucho aprecio hasta que vine a
vivir a éste Hogar y debí deshacerme de muchas cosas. Algunas de ellas también
significaban pedazos de vida.
Tuve buena amistad con el Sr.
Ruvinskis, por lo que seguirá saliendo ocasionalmente en estas entregas, a
fuerza de ser una persona que delineó, en parte, mi personalidad adulta.
Martha Roth Pizzo nace en Padua,
Italia el 29 de mayo de 1932, a los seis años
llega con sus padres a radicar a México, estudio en el colegio Americano y lo
compagina con estudios de música. Siendo adolescente Martha se siente atraída
por la actuación y estudio arte dramático con el afamado Seki Sano, al buscar entrar de lleno al cine
busca publicidad y se inscribe a dos concursos de belleza, uno de los cuáles
gana. El director Alejandro Galindo
se entera de su coronación en la prensa y la busca para que hiciera un papel
estelar en su película “Una familia de tantas”, previamente había aparecido en
dos filmes menores.
Al haber aceptado estar en la película del Sr. Galindo,
Martha jamás imagino que esta le iba a dar el máximo premio de actuación en
México: “El Ariel”, siendo una desconocida, además de compartir créditos con
los afamados actores Fernando Soler y David Silva.
Después de ese éxito filma varias cintas, entre las que destacan: “El
abandonado”, “Rostros olvidados” “El caso de la mujer asesinadita” y “A media
luz los tres”, por mencionar algunas. En 1954 filma en Hollywood la película “The
Black Pirates” y en 1956 “Massacre”. En los años sesenta contrae matrimonio con
el compositor Rubén Fuentes, con
quien procreo dos hijos, previamente había mantenido romances con el actor Armando Calvo y el cantante Lucho Gatica. Es debido a su matrimonio que
interrumpe su carrera en cine, a donde solo regreso en años posteriores para
pequeñas intervenciones en películas de poco éxito. Se divorció de Rubén Fuentes y volvió a casarse, esta vez con
el productor de cine Fernando
Pérez Gavilán.
Su carrera la ha continuado en la televisión, en donde ha
participado en distintos proyectos, siendo los más recurrentes las telenovelas.
Por esas fechas, la señora Roth
nos invitó a cenar a su casa. Ahí conocí a su ex esposo, Rubén Fuentes, que
pasó a saludar y visitar a sus hijos. Lo primero que nos pidió, es que no
preguntáramos ¿qué quiere decir La Bikina? porque no sabía. Simplemente un día
se le ocurrió la frase, y dijo de forma melódica “♪ Por la calle, ♪ camina la
Bikina… ♫”, y de ahí nació la famosa canción.
Rubén Fuentes Gassón es un violinista clásico y compositor mexicano, autor de docenas de canciones famosas y conocidas internacionalmente
como: “La Negra”, “Que bonita es mi tierra”, “Ni
princesa ni esclava” “Cien años” y “El despertar”, por mencionar algunas. Fuentes
ha sido productor de música tradicional de Linda Ronstadt. Sus canciones han
sido ejecutadas especialmente por Miguel Aceves Mejía,
Vikki Carr, Pedro Infante, Lola Beltrán, Jorge Negrete, Marco Antonio Muñiz,
Javier Solís, Julio Iglesias, Luis Miguel, Pedro Vargas, Libertad Lamarque, Sonia y Miriam, José José, Amalia Mendoza, Lucha Villa, Domenico Modugno, Caterina Valente, Antonio Prieto, Pepe Jara, y desde luego el Mariachi Vargas. Fue
el arreglista de la mayoría de las canciones del cantante y compositor mexicano
José Alfredo Jiménez.
Así mismo, Fuentes ha sido el creador de gran número de temas musicales para
producciones cinematográficas.
Él es sin lugar a dudas uno de los más destacados
compositores mexicanos.
Miguel Córcega Nació en Ciudad de México.
Se inició como actor en 1949 en la película “La dama
del velo”. En televisión debutó en 1960
en la telenovela “Un amor en la sombra”.
Fue uno de los directores más prolíficos de telenovelas. Desde la década de 1970
dirigió más de 20 telenovelas, entre las que están: “Amor en silencio”, “Cuando llega el amor”,
“El privilegio de amar”
y “Destilando amor”.
Se casó con la actriz Bárbara Gil, con quien procreó tres hijos: la
también actriz Bárbara
Córcega, Miguel y Mónica. En 1984
Miguel se juntó con la actriz Luisa
Huertas, y aunque nunca se casaron, estuvieron juntos hasta el día
que Miguel falleció, el 28 de septiembre de
2008,
a causa de un paro cardíaco y una embolia cerebral. Dejó inconclusa su
participación en la telenovela “Cuidado con el ángel”,
como director de escena y actor en el personaje del Padre Anselmo. Miguel iba a
cumplir sus 79 años el 24 de octubre.
Durante la puesta de “Todo en el
jardín”, constantemente el Sr. Sarrás le pedía al Sr. Córcega que hiciera su
personaje más elegante, y por más esfuerzos que hacía el Sr. Córcega, no
lograba satisfacer al director. Una tarde llegó y me dijo: “Ya sé cómo darle
gusto a Dimitrius”. Cerró los puños con las palmas hacia arriba y levantó los
dos dedos índices. “Así- me dijo-como Chinito”. Durante los ensayos, en algunos
momentos, Don Miguel hacía esa seña con gracia. El Sr. Sarrás tuvo su
“elegancia”, y el Sr. Córcega su tranquilidad.
Dimitrius Sarrás,
destacado maestro de actuación y director de telenovelas nació en Grecia. En la
ciudad de Nueva York cursó estudios de dirección escénica en la prestigiosa
escuela Actor's Studio que dirigían Lee Strasberg y Elia Kazan. Ahí aprendió el
método de interpretación vivencial propuesto por Constantin Stanislavsky,
maestro ruso de actuación, autor de "Un actor se prepara". Se radicó
en México a principios de la década del 60, donde encontró una generación de
jóvenes actores ávida de participar en el conocimiento del método. Sus alumnos
más destacados fueron: Maricruz Olivier, Adriana Roel, Beatriz Sheridan,
Mercedes Pascual, Mónica Serna, Javier Marc, Héctor Gómez, Lorena Velázquez,
Teresa Velázquez, María Teresa Rivas y María Rubio. Era un estudioso de las
obras de Tennessee Williams y de Arthur Miller. Fue también director de
telenovelas como "Ana del aire", "Rina",
"Colorina", y "Vanessa" entre otras. Falleció en el año
1983 en México, D.F.
Hace un par de meses, cuando mis
compañeros del Hogar veían una telenovela, me pareció conocida una mujer y
pregunté quién era. “Martha Roth”, me contestaron. Quedé impactado. Le hicieron
una cirugía plástica impresionante. Quedó más estirada que un salario mínimo.
Bien decía Don Jacinto
Benavente: “La vanidad hace siempre traición a nuestra prudencia y aún a
nuestro interés”.
"Sabia virtud de respetar
el tiempo…"
Me pregunta Luis Roberto que si conocí al actor Fernando
Borges en la telenovela “La Gata”, con la querida María Rivas.
Sí, esa fue su primera telenovela. En cierta ocasión, el
director, Sr. Antulio Jiménez Pons, estaba preocupado porque el personaje de la
Sra. Rivas debía sufrir una caída por las escaleras de su casa, y el “doble” no
se había presentado para llevarla a cabo. El Sr. Borges se ofreció para llevar
a cabo la escena. El Sr. Jiménez Pons, como correspondía, se negó en un
principio, pero el Sr. Borges le informó que aunque no era “doble”, se había
“doblado” a sí mismo en algunas escenas peligrosas y hasta había “hecho caídas”
de caballos y carretas. Así pues, el Sr. Borges realizó la escena y desde eso,
la señora Rivas conoció y aprecio de manera especial al Sr. Borges.
Muchos años después, la señora Rivas estrenó estelarizando
en el teatro Xola la obra “Espectros” de Henrik Johan
Ibsen. El actor Alejandro Camacho hacía el papel del hijo y dejaba la obra
porque no tuvo el éxito esperado, aunque la versión oficial fue que tenía un
compromiso contraído con anterioridad. La señora Rivas llamó entonces al Sr.
Borges para sustituirlo. Él fue a ver la obra, pero no aceptó. Me imagino que
no vio posibilidades a la puesta en escena. La obra se canceló a la salida del
Sr. Camacho.
Alguna vez asistí a un recital de
la señora Rivas, no cantaba nada mal.
Saludos Luis Roberto.
Final Sabroso
Esta es una de mis comidas
preferidas y de las que más extraño.
Chocolomo
En Yucatán se acostumbraba, (cuando había corridas de toros en
casi todo el estado) que cuando el novillero mataba al primer novillo, ya lo
esperaba el carnicero del lugar y lo destazaba fuera de la plaza de toros.
Extraía el lomo, (de ahí el nombre de “choco-lomo” o lomo caliente), el
hígado, el corazón, los riñones, el seso y algunos buenos huesos. Cuando
termina la corrida, los novilleros, apoderados, empresarios e invitados,
salen al banquete.
Preparación:
Se limpia la carne de piltrafa y sebo, que es una grasa dura,
como la parafina. Cuando está fría y si tiene el lomo una grasita suave y
amarilla encima, no se le quita. Al hígado se le quita la membrana exterior y
las venas y al riñón se le quita la parte blanca del centro y se lava con
naranja agria o limón.
El seso se remoja con agua y un buen chorro de vinagre por 20
minutos y se le va quitando, poco, a poco, la membrana que lo cubre. Los
cárnicos se cortan en pedazos al gusto.
Ya rebanada la carne y después de tener los huesos remojados un
rato en agua fría, se pone al fuego (menos el seso que se pone cuando ya esté
hirviendo y se retira cuando se siente que ya está cocido) con agua y sal y
se des espuma. Luego se le pone una cucharada de hojas de orégano, 15
pimientas gordas, media cucharadita de comino, 2 cabezas de ajo asado y el
jugo de cuatro naranjas agrias. Cuando la carne se ablanda, se le ponen 6
jitomates grandes cortados (la semilla se pone en una taza y luego se le
cuela el jugo al guiso) 3 cebollas cortadas en cuartos, una rama de cilantro
y hierbabuena y si no hay niños, chiles verdes. Sal al gusto.
Se sirve con salpicón de cilantro, de rabanitos, limón rebanado,
naranja agria y chile habanero asado y picado, todo esto aparte.
Por supuesto que cada cabeza es un mundo (sobre todo en mi
tierra) así que cada quién podrá hacer los cambios que prefiera. Esta es la
receta original.
|
Revoir…
Gracias Google, Wikipedia
y
Biografías
del Ayer de Luis Roberto.
Respetuosamente,
El abuelo
Febo
xocdzib@yahoo.com