viernes, 2 de septiembre de 2011

MVS Multivisión



No me gustan estas tardes grises, porque me siento opaco. Me gustan solamente cuando llueve y de dos maneras específicas: Frente a una chimenea encendida, bebiendo alguna copa de vino, con una mujer hermosa de compañía y tirados en la alfombra, o con un pequeño y lindo grupo, filosofando. Por supuesto, aquí en el Hogar no puedo aspirar a la primera opción, pero sí a la segunda, aunque ahora no esté lloviendo. Las temporadas de lluvia en México no son como las de antes. Ahora llueve por etapas y con lluviecitas “caguengues” en la mayoría de los casos, a menos que caiga un aguacero que, por lo general, deja a mucha gente anegada en sus casas, con las mortificaciones y pérdidas materiales y en algunos casos humanas, que esto ocasiona.
Y los jóvenes no nos creen cuando decimos que todo tiempo pasado fue mejor.
El sábado tarde, temprano pues, pero con el cielo tan encapotado que parecía noche, nos juntamos a filosofar, Tere, Avena, Carlos el Flaco y Donceles.
Donceles es un hombre de ochenta años, que tiene el tamaño de un Santa Claus, pero sin la barba y bigote. Ostenta un pequeño bigotillo muy delgado que cuida con esmero, pero siendo muy blanco de piel y de cabello completamente cano, el bigote se pierde a la distancia. Usa un peluquín discreto pero suficiente, ya que tiene cabello propio en todo el rededor de su cabeza baja. Donceles no tira palabras sin sentido. Habla poco pero con sentido común y cultura. Amante además del Beisbol y seguidor de la política y el deporte en general, aunque éste último en menor grado.
Avena, el cascarrabias, es bajito, con vientre bajo abultado y de cuerpo frágil y humor cambiante como duna, por lo que juntos parecen un dueto de comedia, tan es así que alguien dijo: juntos Avena y Donceles, son “Celerino y Pasiflorino”. Y así es, mientras el uno bullanguero y camorrista, el otro acompasado y reflexivo.
El sábado, retomo, nos festejaron el “Día del Abuelo” según las monjas y el personal de nuestro Hogar, y el “Día del Anciano Vetusto y Arcaico”, según Carlos el Flaco, quien tuvo la delicadeza de avisarnos que son solo tres epítetos que se le ocurrieron al momento, pero que pensaría en otros adjetivos que retraten de mejor manera nuestra “momífera” existencia. (Supongo que momífera es de momia)
Yo la pasé muy bien durante el festejo. Al terminar todos estaban tan llenos, porque ese día no existió prohibición en los alimentos, que la mayoría se retiró a dormir la mona. Aunque el verdadero día del abuelo fue el domingo, se celebró un día antes, para que los que tienen familia cercana pudieran ir con ellos a su reunión el domingo.
Por eso la tarde del sábado, sin restricciones alimenticias, pudimos formar un lindo grupo, que ya mencioné antes. Carlos el Flaco, bautizó nuestra mesa como: “El rincón de los salmones”, porque dice que ahí nos reunimos cada vez que necesitamos “echar la hueva”.
Hablamos de muchas cosas y personajes, pasando por la política y rematando en la poesía.
Cuando tocaron en turno nuestros afanes a Manuel Acuña, Donceles que había estado muy taciturno desde que terminamos de hablar de política, aprovechó un silencio, se levantó con las manos tomadas por la espalda y sentenció: 
-“Rosario, la de Acuña, inventó la mentada de madre”. 
Ya con nuestra inevitable atención, prosiguió:
-“Sí, cuando leyó la cuarteta”:
¡Qué hermoso hubiera sido vivir bajo aquel techo.
Los dos unidos siempre y amándonos los dos.
Tú siempre enamorada, yo siempre satisfecho.
Los dos, un alma sola, los dos, un solo pecho,
y en medio de nosotros mi madre como un Dios!

-“Rosario acuñó la mentada, se la dedicó al pobre Manuel, y lo mandó al carajo, por eso se suicidó el infortunado bardo”.

 Manuel Acuña
Médico y poeta, nació en la ciudad de Saltillo, Coahuila, el 27 de agosto de 1849. Estudió en el Colegio Josefino de la ciudad de Saltillo y en 1865 se trasladó a la ciudad de México, donde ingresó como alumno interno al Colegio de San Ildefonso, donde estudió Matemáticas, latín, francés y Filosofía. En enero de 1868 inicia sus estudios en la Escuela de Medicina. Fue un estudiante distinguido pero inconstante. Cuando muere, el 6 de diciembre de 1873, sólo había concluido el cuarto año de su carrera. En los primeros meses de sus estudios médicos vivía en un humilde cuarto del ex-convento de Santa Brígida, de donde se trasladó al cuarto número 13 de corredor bajo del segundo patio de la Escuela de Medicina.
En 1868 inició Acuña su corta carrera literaria. Se dio a conocer con una lamentación a la muerte de su compañero y amigo Eduardo Alzúa. Participó, junto con Agustín F. Cuenca y Gerardo Silva, entre otros intelectuales, en la fundación de la “Sociedad Literaria Netzahualcóyotl”, en la que dio a conocer sus primeros versos. Manuel Acuña fue un enamorado de Rosario de la Peña. Su amor por ella fue la causa, de que quedara trunca su existencia cuando ya era reconocido su genio, su calidad y su exitoso futuro.
Eligió el cianuro de potasio para morir. Fue velado por sus amigos en la Escuela de Medicina, y sepultado el día 10 de diciembre en el Cementerio del Campo Florido, con la asistencia de representaciones de las sociedades literarias y científicas, además de "un inmenso gentío", según las crónicas de la época.

Las elegías y oraciones fúnebres con que se honró su memoria fueron nutridísimas destacándose la del poeta y político mexicano Don Justo Sierra, que expresó, en la primera estrofa de su poema, el sentimiento de dolorosa pérdida que sentía:
    “Palmas, triunfos, laureles,
dulce aurora de un porvenir feliz,
todo en una hora de soledad y hastío,
    cambiaste por el triste derecho de morir, hermano mío”.

Sus restos fueron trasladados a la Rotonda de los Hombres Ilustres del Cementerio de Dolores, donde se le erigió un monumento. En octubre de 1917, el estado de Coahuila reclamó las cenizas de Manuel Acuña y, tras haber sido enaltecidas con una ceremonia en la Biblioteca Nacional, fueron trasladadas a Saltillo, su ciudad natal.
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Intermedio Gozoso

Las dos monedas.
En cierta ocasión un hombre paseaba de manera turística por una gran ciudad, cuando un hombre de evidente pobreza se le acercó y preguntó:
-¿Señor, tendría la bondad de regalar a éste pobre debilitado una moneda para saciar el hambre?
El turista, enternecido por aquel ser indefenso, sacó dos monedas y se las entregó al hombre.
Al siguiente día, el caballero paseante volvió a encontrar al pordiosero en su camino y trató de evitarlo, pero aquel hombre acostumbrado a que lo traten de soslayar, pero sin reconocer a su benefactor del anterior día, le cortó el paso y le preguntó nuevamente:
-¿Señor, tendría la bondad de regalar a éste pobre debilitado una moneda para saciar el hambre?
El turista, creyéndose hurtado, le dijo al pedigüeño con enojo:
-¿Cómo te atreves a pedirme una moneda, me has visto cara de tonto? Ayer mismo me pediste una moneda para comer y te he dado dos. Deberías tener una moneda para comer este día.
El mendicante, reconoció entonces a su benefactor del día anterior y le dijo con vehemencia:
-Señor, perdone mi falta de previsión, pero les pido a tantas personas y son tan pocas las que me dan, que la mayoría de las veces no puedo recordarlas. Ahora que me lo dice, he recordado, usted es el caballero que me dio las dos monedas… Le suplico me dispense, no volveré a molestarlo, pero siento la obligación de informarle que de esas dos monedas que me obsequió una la gasté en comida y con la otra compré una rosa.
El turista entonces casi llega a la ira y le espetó al momento:
-¡Qué descaro, gastar una moneda en la compra de una rosa, cuando te mueres de hambre!
-Señor-dijo el indigente- una moneda la gasté en comida para poder seguir viviendo y la otra la gasté en una rosa, para querer seguir viviendo.
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 Ahora sí entramos al tema. En 1988, participé en algunas producciones en la empresa de radio y televisión MVS Multivisión, allá en sus instalaciones frente al aeropuerto de la ciudad de México. Aunque esta empresa tenía varios años ya en el mercado, ahora se había propuesto crear su propia programación y aventurarse a competir aunque no tiene un canal propio de televisión abierta. Fue en “Pobre Serafín”, una serie de comedia familiar donde comencé a prestar mis servicios como asistente de cámara. La serie estaba protagonizada por José Roberto, cantante, compositor y actor que participó en el Festival OTI México por primera vez en 1983 y que logró llamar la atención del público convirtiéndose en uno de sus favoritos. Después de participar en el Festival OTI México, lanza un disco con temas de su autoría: “Solo te amo a ti”. Lo último que supe de él, es que se regresó a vivir a Saltillo y se dedica a los negocios. Las tías de “Serafín”, (José Roberto), “Pía”, “Pura” y “Paz”, fueron interpretadas por Carmelita González y otras dos actrices que ya no puedo recordar. Conocí también al Sr. Guillermo Zarur, que interpretaba de manera estelar al padre de la dama joven, y futuro suegro de Serafín.

 José Roberto

Carmen González Hernández, “Carmelita González”, nació el 11 de julio de 1928 en México, D.F. Hija de Enrique González del Campo y Soledad Hernández. Tenía siete hermanos. Estudió en Estados Unidos inglés y francés además de una carrera en Relaciones Internacionales. Debutó en el cine en la película "Bésame Mucho" en el 1945. También trabajó en el teatro y la televisión. Se casó con el actor Eduardo Fajardo con quien procreó a su única hija Paloma. El matrimonio duró poco. Durante años fue auxiliar en Previsión Social, administradora de la tienda, así como del restaurante y la dulcería del Teatro Jorge Negrete, entre otros puestos de la A.N.D.A. Los últimos años de su vida los pasó hospedada en la Casa del Actor en México, D.F. padecía el mal de Alzheimer. Falleció el 30 de abril de 2010 a consecuencia de una neumonía en México, D.F., a los 81 años de edad.

 Carmelita González

El actor Guillermo Zarur falleció apenas este 8 de agosto.

Guillermo Zarur Collado nació el 20 de julio de 1932 en Cosolapa, Oaxaca, México. Se inició como actor en el año 1957 en teatro y posteriormente en televisión. Su primera telenovela fue "Pueblo sin esperanza" en el 1968. Durante su trayectoria como actor recibió los siguientes galardones: Calendario Azteca de oro, Plataforma cultural Tabasco, A.C., la Cabeza Olmeca en el 2004, Premio Bravo en el 2008, el Califa de Oro en el 2009 y dos medallas por parte de Asociación Nacional de Actores (A.N.D.A.) Los últimos 7 años de su vida tuvo problemas de salud debido a la diabetes que padecía. Tenía dos hijos adoptivos, Irving e Iván. Falleció el 8 de agosto de 2011 en México, D.F. debido a complicaciones renales y cardiacas a los 79 años de edad. Sus cenizas fueron depositadas en la Iglesia de Santa Teresita en Ciudad Satélite, en el Estado de México.




 Guillermo Zarur

Luis G. Basurto
Nació en México, Distrito Federal, el 11 de marzo de 1920 y murió el 9 de julio de 1990. Fue dramaturgo, periodista, empresario, director artístico y actor. Estudió Derecho y la maestría en Letras en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y, en los Estados Unidos, técnica cinematográfica en Hollywood.

Fue director escénico de varias compañías de teatro y de la Unión Nacional de Autores y del Repertorio del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Fue también director de su propia compañía teatral durante 30 años. Asesoró a la Dirección de Corporación Mexicana de Radio y Televisión y fue crítico teatral del periódico Excélsior.
Recibió muchos premios durante su prolífica carrera como escritor de teatro, como:
“Miércoles de ceniza”, “Con la frente en el polvo”, y “El candidato de Dios”, (Premio Juan Ruiz de Alarcón 1986) entre muchos otros.
Me detengo en esta obra, porque mientras el Sr. Zarur grababa la serie “Pobre Serafín”, también daba funciones de “El candidato de Dios” donde representaba al Cardenal Villot, secretario de estado de Juan Pablo 1º, desde la primera puesta, cuando Héctor Gómez representaba al papa, en una producción de Ramiro “El Pollo” Jiménez. Posteriormente, fue el Señor Aarón Hernán quien lo representaría en dos giras por la república, una breve temporada en el “Teatro de la Ciudad, Esperanza Iris” antes “Gran Teatro Esperanza Iris” y finalmente una temporada en el teatro Reforma. Por cierto, la siguiente y última obra de teatro del Sr. Basurto, “Corona de Sangre. Vida, Pasión y Muerte del Padre Pro”, en homenaje a Rodolfo Usigli, y estelarizada por Roberto Camacho, fue un fracaso.
“El candidato de Dios”, obra basada en el libro “En el nombre de Dios”, de David Yallop, lanza el teorema de que el papa fue asesinado por los intereses del “Banco Ambrosiano” perteneciente al Vaticano, y la mafia italiana, porque quería poner orden en la iglesia, y que su jefe de estado, personaje interpretado por el Sr. Zarrur de manera magnífica, por lo menos estuvo enterado del homicidio.


A propósito de asuntos religiosos, en una ocasión el director de actores Benjamín Cann, me contó lo siguiente:
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“INTERCUARTO IRREVERENTOSO”

En cierta ocasión, un judío que pasaba por una tienda de artículos religiosos junto a la Iglesia de San Judas Tadeo, se paró ante el escaparate porque le llamó la atención una figura, y entró a la tienda. Fue directo a un Cristo crucificado de unos 30 centímetros que estaba sobre una mesa y preguntó a la encargada:
“¿Señorita, cuánto vale el trapecista?”
La encargada un poco alterada, pero fiel a su responsabilidad contestó:
“Cuatrocientos cincuenta pesos, señor”.
El judío piensa unos momentos y pregunta:
“¿Y si le quitamos la maderita”?
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Ahora recuerdo que cuando salió el humo blanco del Vaticano anunciando al nuevo jefe de la iglesia, el actual Papa Benedicto XVI, Joseph Aloisius Ratzinger, un caricaturista cuyo nombre no puedo recordar, en un periódico de circulación nacional retrató el momento, y refiriéndose al pasado infantil nazi del ungido y apuntando al humo hizo esta pregunta:
“¿Ya encendieron los hornos?”
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Fue una temporada de varios años en la que la empresa MVS, de la familia Vargas, intentó posicionarse en el gusto del televidente. Recuerdo otra producción que se llamó “De par en par”, serie cómica con el actor Sergio Bustamante, del que les platicaré posteriormente, en capítulo dedicado a él.
El caso es, que como en otros casos, no sucedió nada que pudiera perdurar, y los señores Vargas dieron por terminada su temporada de producción comercial. Actualmente conservan el Canal 52 de televisión restringida.

He estado en los principios de casi todas las productoras de televisión desde que recuerdo y pude comprobar que aquello de: “El que pega primero, pega dos veces” es una farsa. Siempre, por ser pionero de todo, me llevó a ser dueño de nada.




Gracias Google Wikipedia y Biografías del Ayer de Luis Roberto.


Respetuosamente,


El abuelo Febo


xocdzib@yahoo.com


4 comentarios:

  1. HOLA SR. DZIB:
    RECIENTEMENTE HE DESCUBIERTO SU BLOG Y PUEDO DECIRLE QUE LO DISFRUTO MUCHO, SOY UNA MUJER DE 40 AÑOS, NO SOY FANÁTICA PERO ME AGRADA MUCHO LOS TEMAS NOSTÁLGICOS, SOBRE TODO CUANDO SON LLEVADOS CON ESE RITMO CON QUE USTED LOS MANEJA. OJALÁ PUEDA SEGUIR COMPARTIENDO CON NOSOTROS SUS VIVENCIAS. UN SALUDO DESDE VERACRUZ. ELI. P.D. SE LEE CONTRADICTORIO APUNTAR MI NOMBRE Y LUEGO DEJAR LA PALABRA ANÓNIMO PERO ESA PARTE NO LA ENTENDÍ.

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  2. Hola, yo vi "Pobre Serafin" en 1988, se transmitia por el canal 13, recuerdo que una de las tías de Serafín era Rosa María Moreno,
    la dama joven era Carmen Amezcua, y también salian Edmundo Mosquera, Jose Luis Leon que era argentino, trabajaban en la misma oficina que Serafin y el amigo de Serafín era Fernando Borges, la otra tía aparte de Carmelita González no recuerdo quien era y si, también aparecia Guillermo Zarur, Saludos.

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  3. Acabo de recordar que salia un joven en la oficina de Serafin que era un joven actor de nombre Luis Alcaraz, pero no recuerdo quièn interpretaba a la otra tía de Serafin (Jose Roberto).

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  4. RECORDARÁ UD. LAS CÁPSULAS DE "CRESTOMATIAS" DE MVS DONDE SE CONTABA LA HISTORIA DE LA MUSICA??? QUISIERA ENERLAS. GRACIAS

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